Postales subterráneas de Adrian Carrillo y su insistencia permanente
por José Miguel Navas
Los poemas que conforman Postales Subterráneas del joven poeta Adrián Carrillo, nos llevan a replantearnos la juventud, la eterna insistencia por llegar a ella. La juventud como figura objetiva de lo humano, representa el signo más valioso existencial, acá se despiertan los sentidos políticos y amorosos, primarios del individuo, pero una vez, disueltos, emanan un aire de melancolía a partir de esta, el tiempo ha pasado, hay que volver a ella o simplemente aceptar que no lo somos ya.
Adrián Carrillo nos propone, una búsqueda existencial por los proyectos del ser joven, comenzando desde las luchas del proletariado en el siglo 20, las reivindicaciones sociales y quizás culturales, su ejercicio poético, me lleva a la imagen del Brasil de los años setenta y ochenta, el gigante país, atravesó una horrenda dictadura y desigualdad social, sin duda pienso en la película brasileña Pixote del director Hector Babenco, acá un grupo de niños, luchan contra los avatares, de un sistema político opresor, y una sociedad ajena, de cualquier derecho básico de los más desfavorecidos, una película dolorosa, ágil y conmovedora, que nos replantea la historia contemporánea de un país como Brasil, que recién despierta hacia una conciencia política.
La mayor virtud poética de Adrián Carrillo, es su búsqueda por una ética social, e histórica, de su contexto, ubicado en el estado Trujillo Venezuela, pero puede habitar sin duda, en cualquier pequeño territorio latinoamericano, estos que, son caracterizados, por poetas jóvenes que, buscan su orden, camino y esencia, donde el quehacer poético, es un ejercicio de vida y salvación, de honestidad y comunión con los otros.
