Gladys Mota, como era conocida, fue una mujer visionaria, adelantada a su tiempo, quien luchó sola contra la burocracia de la época por hacer posible el acceso de niñas de diferentes estratos sociales a la cultura y a la danza, disciplina a la cual se dedicó desde pequeña, llegando a ser alumna de la Maestra Yolanda Moreno y formadora de toda una generación que aún mantiene vivo su legado.

 La profesora Gladys Mota fue una persona íntegra y humanista, una mujer que trabajó incansablemente en beneficio de la cultura, siendo recordada por haber sido guía  para muchos bailarines trujillanos y para agrupaciones que aún están vigentes, como es el caso de la Escuela de Danza y Ballet “Gladys Mota” y Danzas Valera , fundada en 1981 por la profesora Auris Berrios, su alumna y amiga personal, quien durante todo este tiempo ha luchado por mantener viva su memoria, transmitiendo sus conocimientos a cada niña y a cada joven que ha pasado por las filas de la institución.

El trabajo de la profesora Gladys Mota sirvió de inspiración y ejemplo a los bailarines de la época y fue en sí misma una escuela donde se formaron conocidos profesionales como Ernesto Goliat, Yelitza Barrera, Eglé Toro, Auris Berrios, Omaira Pacheco, Nelly García, Martha García, Yoleida García, Blanquita Reixchard, Eddy Colmenares, Anabela Tarascio, Jesús Durán, Marisol Urbina, por nombrar algunos, quienes bajo la tutela de la profesora Gladys Mota, fueron pioneros del  movimiento dancístico en la entidad.

Con tan solo treinta años partió de este mundo, aún con muchos sueños y proyectos por cumplir, pero dejó una profunda huella, porque fue esas pocas personas escogidas por Dios para vivir de prisa y hacer historia.