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lunes, 26 de octubre de 2015
Poeta Ramón Palomares
“Es necesario que la
actividad de esta Bienal se proyecte en
la juventud, de modo tal que la
creatividad literaria y el nivel intelectual puedan afirmarse y difundirse”
Prensa Gobierno
Bolivariano de Trujillo
Griselda Castellanos.-
Del 12 al 14 de noviembre se celebrará
en Trujillo la sexta edición de la Bienal Nacional de Literatura Ramón
Palomares, organizada de manera articulada por el Ministerio del Poder
Popular para la Cultura, a través del Centro Nacional del Libro, la Casa
Nacional de las Letras Andrés Bello y el Gabinete Cultural; la Gobernación
Bolivariana del estado Trujillo, mediante la Corporación Trujillana de Turismo
y la Coordinación Trujillana de Cultura; la Alcaldía Bolivariana del municipio
Trujillo, el Museo Salvador Valero y la Red Nacional de Escritores y Escritoras
Socialistas de Venezuela.
Con motivo de la ocasión
rescatamos el pensamiento de este gran Maestro de la literatura universal, poeta Ramón Palomares, quien se pronunció, acerca de
lo que considera uno de los eventos más importantes en cuanto al reconocimiento
de la creación literaria venezolana, la
Bienal Nacional de Literatura que lleva su nombre, destacando la importancia
que la misma tiene desde el punto de vista de la promoción dada a los autores
inéditos y al impulso y valor que le confiere a la producción escrita y del
lenguaje en el país.
¿Cómo se siente de que
sea Trujillo la sede de la Bienal Ramón Palomares desde que fue
institucionalizada?
Estoy muy satisfecho de que se vaya a realizar en
otra ocasión la Bienal Nacional de Literatura; y me hace muy feliz que tantas instituciones y
personas honorables y eficientes que
aman la cultura y tienen una relación muy
específica con la cultura de nuestra región, se congreguen en torno a ella.
Es un orgullo para nosotros que tenga por sede a Trujillo,
un estado bandera en el orden del arte,
de las letras y del pensamiento. Esto que manifiesto es para mí una gran alegría
porque representa el amor a la región. Siempre
me he sentido orgulloso de mi tierra y no lo digo por una manifestación
chauvinista, ni por otra condición que no sea la elevación.
¿Considera que el éxito
de esta bienal está garantizado?
Entiendo que está Bienal, impulsada por ese trabajo
extraordinario que ha venido realizando mi amigo fraternal, Pedro Ruíz y
todo el equipo de la Fundación Casa Nacional de las Letras
Andrés Bello, y las demás instituciones que la impulsan estoy seguro de que
será elevado y pleno como demostración del esfuerzo y de la verdad de nuestro
nivel. Estoy seguro de que está Bienal será extraordinaria.
¿Cuáles serían sus
recomendaciones para que la bienal se perpetúe el tiempo?
La única manera es cultivar este sentido que hemos
estado transitando y sembrando en las mentalidades jóvenes. Lo importante es
tener en cuenta muy especialmente a las nuevas generaciones. Es necesario que
la actividad, tanto de la Bienal como de la Red de Escritores y Escritoras
Socialistas de Venezuela, se proyecte en la juventud. De allí viene la idea de
crear concursos, premios, para la juventud, para los autores inéditos, para que
esa creatividad y esa actitud de aceptación y del nivel intelectual pueda
afirmarse y pueda difundirse en su base.
Qué opinión le
merece la convocatoria en las categorías
poesía y crónica?
La creación de nuevos premios para que la gente
cultive las letras, para que la gente
ame el lenguaje y lo eleve a otra condición, la considero muy importante,
especialmente para impulsar el nivel de condición expresiva de nuestro pueblo,
no solamente en cuanto a la escritura y creatividad literaria, sino también en
su expresión cotidiana. Así también hago un llamado a los Medios de
Comunicación para que siempre su lenguaje sea enriquecedor, digno, respetuoso
de nuestro pueblo.
De tal manera que me siento optimista y entusiasmado
porque ciertamente me complace que haya gente dispuesta a hacer muy diversas y
numerosas actividades en función de crear las bases que den continuidad, no necesariamente a la
Bienal fulano de tal, sino a la idea de la creatividad, particularmente en lo
que nos ocupa, que es el lenguaje.
Qué mensaje le daría
usted a la juventud venezolana?
La juventud venezolana tiene planteado un desafío
extraordinario, el cual supone llevar adelante el proceso revolucionario que
esta en marcha, ese es su primer gran reto. Ahora bien, para llevar adelante
ese gran reto la juventud venezolana debe de prepararse y en esa preparación de
la juventud venezolana tiene que estar presente la conciencia de que nuestra
visión del mundo está inficionada por una suerte de veneno que nos ha inyectado
el imperialismo, particularmente a través de los medios masivos de comunicación.
Sacudir eso que significa un yugo, es impostergable, no solamente en el sentido
del oprobio, si no en el sentido del
impedimento que nos permite mirar con claridad el camino.
Hay que tomar en cuenta que los medios de masa hoy
en día son un instrumento de dominación mayor que las bombas y que el poder
destructivo de esa gran potencia que nos oprime. La manipulación de nuestra
conciencia nos hará cada vez más dependientes, más siervos y después esclavos
de potencias, en ese orden; pues se trata de manipular nuestras mentes, ser
dueños de nuestro cerebro, no ya de nuestras riquezas, de nuestro suelo, si no
de nuestras riquezas vivénciales, de
nuestras vidas. El camino por donde vamos, de no cambiar, habrá de
pertenecerles, pues los medios de comunicación masivos, que son por lo general
hipnóticos, son unos medios que llevan
fácilmente por ese camino de terror al que me estoy refiriendo.
Tareas pues, que no son nada fáciles, pero que
comienzan por abrir una ventana al mundo, de una conciencia cierta de lo que se
tiene por delante, porque para luchar hay que tener una idea de contra quien se
va a luchar, por qué se va a luchar en primer lugar y contra quién se ha de
luchar, de qué medios dispone ese enemigo todo poderoso al que me he referido para
poder insurgir en contra de él.
No es tan difícil si nosotros advertimos que el
esfuerzo que ha de hacerse en gran medida puede depender de nosotros mismos, es
decir, puede depender de la individualidad de cada quien y del colectivo que a cada
persona corresponde como tal ser social que
es. De manera pues, que el Estado Venezolano tiene en sus manos poner en juego
este elemento valiosísimo, imprescindible, basado en el pensamiento maravilloso
del Libertador, que lo recordamos todos en
la frase “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”.
