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- Escuela de Labores “Francisco Viloria” dio muestra de fin de curso
lunes, 11 de julio de 2016
Manos creadoras trujillanas llenan de color Valera
Corte y costura, muñequería, lencería y pantuflas, peluquería, repostería culinaria, panadería, pintura y danza dieron vida al Foro Bolivariano de Valera, en una muestra del trabajo cultural trujillano.
Prensa Gobierno Bolivariano de Trujillo.
Viviana
Cegarra Soto. Gráficas: Miguel Uzcátegui.-
El trabajo y el esfuerzo de
más de 130 personas se vio plasmado en la exposición de fin de curso de la
Escuela de Labores Presbítero “Francisco Viloria” de San Rafael de Carvajal, la
cual se realizó el pasado viernes 08 de julio en las instalaciones de la
Galería “Josefa Sulbarán” del Foro Bolivariano de Valera, en una muestra repleta de color, textura,
movimiento y sabor que dio vida al espacio cultural.
La escuela, adscrita a la
Coordinación Trujillana de Cultura (CTC) del Gobierno Bolivariano de Trujillo,
es una de las 3 instituciones de labores de la entidad y cuenta con un personal altamente capacitado
que tiene como fin último la formación de emprendedores y emprendedores, puesto
que las técnica, formas y bases enseñadas en clase pueden ser puestas en
práctica para la autogestión.
Al evento asistió Rubens
Peña, jefe de la División de Teatro, Danza y Artesanía de la CTC, quien expresó
su satisfacción al ver la alta calidad del producto terminado. “Es hermoso
poder estar acá y disfrutar de este trabajo que están realizando las escuelas,
estamos sumamente emocionados al ver el fruto del esfuerzo de cada uno de los
instructores y alumnos de estas cátedras. No ha sido un año escolar fácil, pero
esta exposición es muestra de que se puede y que desde el Gobierno Bolivariano
de Trujillo estamos trabajando sin descanso para mantener y fortalecer la cultura.
Vemos muchos trabajos de alta calidad, por ello motivamos a las personas a que
sigan participando y aprendiendo estos oficios, que al final siempre resultan
muy útiles”.
Artes
Manuales
Las puertas de la Galería
fueron abiertas pasadas las 10 de la mañana, dejando al descubierto una
explosión que estalló en colores, texturas, sabores, olores y mucha alegría,
pues cada espacio estaba repleto de piezas únicas hechas por manos creadoras trujillanas. El recorrido
iniciaba con el trabajo de la Cátedra de muñequería, allí hermosas piezas
decoraban las mesas, mientras que algunos cojines y manteles llamaban la
atención de los presentes.
Justo al frente, recibiendo
a los invitados la cátedra de pintura llenó la entrada de colores brillantes y
texturas; aves exóticas y figuras exuberantes saltaban de los muros en un
perfecto relieve desarrollado con material reciclaje. Luego de tanto colorido,
el aroma impregnaba el ambiente, pequeñas y apetitosas partículas salían en
todas las direcciones desde las muestra de las cátedras de panadería y
repostería culinaria; bandejas bien decoradas servían de asiento para ponqués,
tortas, panes y galletas, que endulzaban el espacio y trasladaban a los
presentes a esa niñez de dulces y golosinas.
Cortes, confección,
reciclaje y elaboración de pantuflas y lencería cerraban la marcha, un una
muestra de trabajo duro y talento, en la cual las más primorosas piezas daban
cuenta del arduo esfuerzo de emprendedoras trujillanas, listas para salir al
mundo a preparar sus propios atuendos y productos.
Danzas
y música
La jornada continuó en horas
de la tarde con la muestra de las danzas de la Escuela de Labores y de la
Escuela de Música Tradicional “Luis Castellanos”, quienes encabezaron una
programación alegre y colorida, en la cual la danza contemporánea fue el eje
central.
El escenario fue abierto por los alumnos de la Escuela de Música Tradicional “Luis
Castellanos” hicieron suyo el escenario, tocando algunas piezas en cuatro y
guitarra. Las notas volaron por todos lados en una fiesta cultural, en la cual
la música y la danza fueron el centro. Seguidamente las pequeñas de la escuela de labores dieron
muestra de su talento, con sutiles movimientos al son de la música, suaves
pasos cubrieron el escenario de elegancia y gracia, en un momento distinto y
agradable.
Luego de dos piezas las
pequeñas de Danza Center tomaron la escena con una muestra contundente, de
rápidos movimiento alternados con suaves pasos llevaron a los espectadores en un vaivén repleto de emoción
e incertidumbre. El escenario quedó en silencio por un segundo, hasta que la
luz se apagó y de las bambalinas salieron las jóvenes de la cátedra de
peluquería, acompañadas por algunas modelos en un desfile que dio cuenta de la
labor de esta cátedra.